Acto III (El saqueo y la cobardía)

La presidencia, a través del vocerito Aguilar Valenzuela insiste, en que no hubo víctimas. Digo, que poca madre ¿no? un muchacho muere por un cilindro de gas lacrimógeno que se le incrusta en el tórax y esta bola de animales salen con toda la insensibilidad del mundo, primero, el pendejo de Abascal diciendo que fue un accidente, que el muchacho estaba manipulando un petardo y le explotó en la cara, en pocas y decentes palabras, se murió por wey y revoltoso, según el yunquista; después, viene el no menos pendejo (hasta lástima me da ese señor) del vocero, negando que haya habido un sólo muerto, después se le increpa con los resultados del forense y más wey se hace, de hecho, manifiesta una actitud, más bien evasiva, ignoro si piensan que con ésta la opinión publica va a sufrir colectivamente de una amnesia parcial (justo del intervalo que corresponde a la muerte de Jorge) y sólo recordaremos que con el gobierno panista no se juega.
Hoy en Oaxaca hay más incertidumbre y desgobierno, un sector de priístas acarrean una marcha a favor de URO, háganme el favor.., se registran saqueos, ya no sólo por ciudadanos, sino también por parte de la PFP! Cabrónes, encima de todo los llevan muertos de hambre, y al brillante gobierno sólo le falta un acto para consumar la pendejada más grande del sexenio, esa se las platico en el Acto IV...